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PUENTE CANTO

De viejo te tambaleas,

las piedras de muchos siglos

se desgastan y se agrietan;

estás herido de muerte

si alguien no lo remedia.

Tus ojos se están cegando,

ya no ven la primavera;

el agua que te traspasa

se va lejana y certera

para regar otros campos,

para mojar otras tierras.

Quizás las manos de Santos

te ayudarán a que puedas

vivir más tiempo en tus piedras.

Queremos que te renueven

te transformen y embellezcan

y que pongan en valor

todo lo que representas.
 

Al cruzar el Puente Canto,

¡Que sorpresa!

He visto sus ojos limpios,

despejados de maleza.

Se puede hacer algo más,

pero por algo se empieza.

Felicito a los que han hecho

posible esta proeza.

Nos queda para otra vez,

reparar las viejas piedras

tendremos así un motivo,

presumir de su belleza.

Nuestro futuro y destino,

estarán para siempre unidos.

¿Alguien podría pensar,

que podríamos vivir

sin cruzar el Puente Canto?

Luis Miguel Rodríguez Aláez. 2015

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nostalgia

 

NOSTALGIA

Caminando por las “matas”,
bordeando el  río Cea,
se oyen sonidos lejanos,
que pasan por mi cabeza.

Amapolas a degüello,
todo el campo está  rojizo,
el reloj de San Benito,
ahora mismo dan las cinco.

Suenan también las campanas
del convento Benedicto.

Hacen ruido las cigarras
y cantan los pajarillos,
ruidos y sones de paz
del paseo veraniego.
Nostalgia y felicidad,
de cuando yo era pequeño.

Luis Miguel Rodríguez Aláez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AIRES DE SAHAGÚN

AIRES DE SAHAGÚN

 

Canto al cielo y a la tierra,
al claro sol de Sahagún,
al dorado de sus campos,
a la piedra y al ladrillo,
que hablan de vida y de muerte,
de grandeza y de pobreza.

Entre llantos y alegrías grita con fuerza al silencio,
¡es el alto mas hermoso!
casa de la “Peregrina”¡la Catedral de Sahagún!.

Desde nuestro balcón verde hay que pararse a mirar…
¡Los restos de La Abadía!, ¡el pueblo de San Facundo!,
que siempre al atardecer en el lejano horizonte,
se besa el cielo y la tierra,
entre lágrimas amargas y voces casi apagadas.

Sus gentes se dan la mano,
Entre piedras y ladrillos palpando así sus heridas,
con las caricias del cierzo
que llega desde Santiago,
cuando el sol cubre de oro, las espigas de los campos,
y las fuentes y linderas con vestidos de colores,
nos animan a soñar, a sentir,a querernos y a no dejarnos morir.

 Así vive el pueblo llano de León y de Castilla,
entre el barro del adobe y el ladrillo de sus torres.
Entre cantos de gorriones y nidos de golondrinas,
vamos tejiendo los sueños y descifrando misterios,
entre las ruinas que lloran y relojes que no tocan,
y así pasamos la vida sin poder parar el tiempo
que sigue su trayectoria, entre olvidos… y silencios….

Cándida Buiza Díez. 26.01.2014

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al río Cea

AL RÍO CEA

Adormida mi alma dulcemente
Y gozoso mi espiritu afligido
Al blando murmurar de tu corriente,
Envidio tu cristal, Cea querido,
Que mañana verás resplandeciente
Columpiarse en tu seno esclarecido
De mi amada la faz encantadora
Al compás de tu música sonora.

¿Por qué si no de esta feraz ribera
Que por lecho te ofrece blandas flores
Huyes veloz en tu eternal carrera
Dejando solo lánguidos rumores?
¿Por qué si no en Sahagun donde te espera
Mi voz para cantarte mis amores,
Marchas veloz en ondas revoltosas 
Hollando audaz los tallos de sus rosas?

Pero á ti, ¿qué te importan los capullos
Que arrastras en tu rápida corriente?
¿Qué te importa del aura los arrullos
Que borda en ondas tu cristal luciente,
Si marchas con tus plácidos murmullos
A hacer que tu belleza se acreciente
Con dos cielos, dos lunas y dos soles
Que en tu plata reflejen arreboles?

Que mi amada en sus ojos tiene un cielo
Por lo azul, por lo puro, por lo hermoso;
Un sol, en su mirada de consuelo,
Y es su frente la luna do amoroso
Luce el candor tras invisible velo.
Por eso ¡Oh Cea! Corres orgulloso
Despues hasta otro rio que te lleve
Al mar do seas espumosa nieve.

Mas ¿quién no juzga al ver de mi adorada
El lánguido mirar, la faz risueña,
La frente pura de oro coronada,
Toda agena belleza ser pequeña?
Por eso, tu ambicion acrecentada
Del mar la bella inmensidad desdeña,
Y queriendo habitar el cielo subes
Hasta él, en alas de ligeras nubes.

Mas tampoco del cielo la belleza
Colmó tu afan, inextinguible y vivo,
Y de un dia que ornabas la cabeza
Calmastes el ardor crudo y estivo,
Descendiendo á las rocas donde empieza
Tu abandonado cáuce primitivo,
Y ora de nuevo corres presuroso
Por ver de mi adorada el rostro hermoso.

¡Corre feliz! Mas oye: cuando ufana
Acaricie tu linfa cristalina
El césped que está al pié de su ventana,
Alza un murmullo, y si su faz divina
Tus orillas entonces engalana,
Por un momento tu correr termina
Para darla el suspiro que te envío
Y el llanto con que lloro su desvío.

¡Corre feliz! Y en tus alegres olas
Hasta su oido lleva mis cantares,
Lágrimas lleva, que brotaron solas
De mi pecho do moran los pesares;
Y si baja su mano á las corolas
Que en tu orilla crecieron á millares,
Besa su mano, como yo en un dia,
Yo la besé con tímida osadía…

V. Nuñez de Velasco”.

 

A SAHAGÚN

Ni la vega de Granada,
Ni de Nápoles el suelo,
Ni de Andalucia el cielo,
Podrán nunca competir,
¡Oh Sahagun! mi villa amada,
Con tus fértiles llanuras
Con tus luces siempre puras.
Con tu cielo de zafir

Tus sombrías alamedas
Son tus mágicas morada
De los genios y las hadas
Habrán siempre de habitar;
Tus brisas suaves y ledas
Asemejan leve el ruido
Que escuché cuando he podido
Con los ángeles soñar.

El retazo mas hermoso
Del hermosísimo manto
Con que Dios cubre su encanto
A la vista mundanal,
Es tu techo esplendoroso
De magníficos colores
Que en la aurora son labores
De morada celestial.

Los gorjeos de tus pájaros
Asemejan los suspiros
De la maga que en mil giros
A algún genio pida amor;
Al arrullo de tus tórtolas
Se aduermen los corazones
Para encontrar ilusiones
En su acento seductor.

De tus arroyos la música
Juguetona y bullidora
El corazón enamora
Con su suave murmurar;
Y el dulce y alegre cántico
De tus bellas campesinas
Al quebrarse en tus colinas
Parece decir: -Amar

Tan hermosos como el cielo
Que Mahoma, á los que adoren
A su Dios para que moren
Ha ofrecido, ó mas aun,
Son de tu abundoso suelo
Los magníficos pensiles,
de brotar flores gentiles
A millares ¡OH SAHAGUN!

En ti el Señor ha arrojado
Fecundizante semilla
En ti, SAHAGUN, siempre brilla
La mas esplendida luz;
Si algun poeta ha mirado
Tu campiña fértil, rica,
Al mirarla te dedica
Un himno de su laud.

En las ruinas de tu célebre
Memorable monasterio,
Cree el oído aun del salterio
Escuchar el sacro son;
Y al genio del aura rápida
Por sus molduras ya rotas
Mil sensaciones ignotas
Acuden al corazon.

 

Si se recorre tu historia
El corazón engrandece.
Porque siempre la embellece
Algo sobrenatural;
Algo tambien de su gloria
A ti te debe la España:
Cada flor tuya, una hazaña
Representa de su anal.

Si yo contemplo tu Cea
En su linfa cristalina,
creo ver alguna ondina
Que voluptuosa al surjir,
El suelto cabello ondea,
y te bendice, y te mira,
Regocijada suspira
Y te vuelve á bendecir

Sin duda al crear el mundo
Teniéndole en su regazo
El Señor, algun pedazo
Del paraíso cayó;
Y eres tú que sin segundo,
Hermoso pueblo, te ostentas,
Y que aun la vida alimentas
Que al primer hombre Dios dio.

Que en tus auras, en tus flores,
En tus linfas, en tus prados,
En tus bosques tan callados
Aun se llega á entrever,
Los bellísimos primores
Del celeste paraíso,
Con que Dios al hombre quiso
Dar su ciencia á conocer.

Cuando noche melancólica
En sí te haya sumerjido,
Te presentas como el nido
Donde mora el ruiseñor,
Que escondido entre los árboles
Y rodeado de flores,
Espera que los albores
Le inspiran cancion de amor.

¡Ay SAHAGUN! Si yo tuviera
El gran genio del poeta
Cual lo desea mi inquieta
Ardiente imaginación,
¡Cuán alegre y placentera!
¡Cuán cordial y entusiasmada,
A tí mi vida preciada,
Dirijieron mi cancion!

Mas hoy…solo te saludo
Con la efusion y alegría
De que puede el alma mia
Ser como nunca capaz,
Envidiando á aquel que pudo
Espera que tu aura leve
Su postrer suspiro lleve
A la mansion de piedad!!

V. Nuñez de Velasco”.
(04.12.1864 – El Fomento literario

 

 

 

 

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