1. Skip to Menu
  2. Skip to Content
  3. Skip to Footer

PEÑA EL CANDIL

Año 1978

1 Carlos Pombo, 2 Gabi García, 3 Nacho Casado, 4 Carmelo Gómez, 5 Mª Jesús de la Red, 6 Angelines Montenegro, 7 Tere Tocino, 8 Loli Gómez, 9 Victoria de la Red, 10 Mª Carmen Diez, 11 Hipólito Montenegro, 12 Gerardo Sarabia, 13 Araceli Barrio, 14 Mª José Llorente, 15 Choni ¿, 16 Bernardo Gómez, 17 Jesús Ibañez.

 

JOSÉ RUIZ GONZÁLEZ, hijo de Santiago y Paula, nace en Sahagún el 22 de Febrero de 1955, pero siendo muy pequeño emigró con su familia a Francia, donde residirán en la ciudad de San Quintín. Cuando los padres deciden regresar, el optó por quedarse bajo la tutoría del profesor André Vatin, entrenador de baloncesto que ejerció de tutor suyo hasta su mayoría de edad.

Está casado y tiene cuatro hijos.

Diplomado universitario en Estudios Generales, obtiene posteriormente la licenciatura de Psicología en la Universidad de Lille. Paralelamente obtiene la licencia universitaria de actividades físicas y deportivas, y comienza a impartir clases de Educación Física en la Universidad. También inicia por esa época su etapa como entrenador de baloncesto, hasta que a los 35 años da paso a su andadura profesional como técnico de esa especialidad deportiva.

Autor de numerosas ponencias y artículos especializados en diferentes aspectos delhttp://www.joseluisluna.com/images/BALONCESTO/jose_ruiz.jpg baloncesto, ha dedicado parte de su vida profesional al baloncesto de base francés, casi siempre en la categoría femenina, hasta dar el paso a la categoría máxima, la Liga Femenina, donde ha dirigido equipos como el Tarbes, Burdeos o Montpellier, club en el que desarrolla en la actualidad el cargo de director de Formación y Programas.

Además, actualmente, y desde el 2006, es el Presidente del Sindicato Nacional francés de entrenadores profesionales, asociación a la que pertenece desde hace tiempo y de la que fue secretario general durante diez años.

Simultáneamente ha aceptado el puesto de entrenador de la selección nacional femenina de baloncesto de Mali, país al que ha hecho por primera vez campeón de la Copa de África, lo que le ha dado derecho a participar en los . Lo cual significa toda una proeza, dado el nivel de este país, donde tan sólo hay una pista homologada para jugar a baloncesto internacional.

En el año 2008, en la localidad de San Fernando, en la provincia de Cádiz se enfrentó con su selección africana a la española, perdiendo por 66-55. Precisamente, Mali formará parte del grupo B, en el que está España, junto a Estados Unidos, China, Nueva Zelanda y la República Checa. Su aspiración en los Juegos de Pekín no es conseguir medalla, sino «aprender y ganar experiencia para que, poco a poco, el baloncesto de Mali siga creciendo».

Dicen de el, que es una persona “humilde, dotado de una gran personalidad y de una aguda inteligencia”

CAMINANTE, EL CAMINO SE HACE AL ANDAR

Es inevitable pasar por Machado cuando se habla de caminantes y de caminos. El camino es la más hermosa metáfora del vivir. El vivir visto como una ruta hacia la mar, digo la mar en femenino, como  Jorge Manrique,  donde las vidas son los ríos y el murmullo del agua, los pasos al caminar.

En Sahagún el camino cruza como un alfiler punzante, un alfiler de cactus breve, decía Lorca. Cruza estepas (no diré montañas porque están aquí los del Bierzo, entre ellos el Presi de la Dipu) valles, flores, ríos, prados. A Sahagún llega tranquilo y largo, como el horizonte, cruza pacífico el Valderaduey, inventado y por eso irreverente y caprichoso. Pasa por un pueblo de historia grabada en ladrillo y piedra, después remansa en los plantíos del Cea, para seguir ruta por Calzada, monte arriba.

“Lejos los montes duermen envueltos en la niebla, niebla de otoño, maternal / descansan las rudas moles de su ser de piedra / en esta tibia tarde de noviembre / tarde piadosa, cárdena y violeta”. Dice Machado.

Uno, el recuerdo

En el límite de la memoria, estoy en esa edad en la que se puede decir: “me acuerdo cuando….”. Y me acuerdo de cuando era casi un niño,  o después de haberlo sido; no estoy seguro, porque eso dura solo una mínima eternidad. “Una brizna de hierba”. Recuerdo jugar a la pelota en la plaza de San Lorenzo con aquella chiquillería que éramos; somos los hijos del baby boom. Las plazas de este pueblo sonaban como las grullas por el cielo en su peregrinar a  climas propicios. Y recuerdo con claridad que, de vez en cuando, aparecían hombres raros, hombres y mujeres, pásmense, a caballo, o andando. Muy de vez en cuando, pero todo el año, iban viniendo y nosotros nos quedábamos pasmados un rato, no mucho, casi una eternidad, con el balón en la mano, quietos como árboles, suspendidos, mirando mudos su aspecto desaliñado y bohemio, quemados por el sol y los fríos. Ellos miraban la torre, en este caso de San Lorenzo, como os digo, con arrobo. Nosotros con arrobo mirábamos su arrobamiento. Por entonces no había trazado ningún Camino de Santiago (en Sahagún). Que nosotros supiéramos no había más caminos que los que llevan a los majuelos y a los huertos. El camino estaba resguardado en el imaginario colectivo, o en el olvido colectivo, borradas sus huellas y sin noticias de él más que a través de las leyendas . El olvido si es colectivo tarde o temprano aflora.

- Dicen que son peregrinos. 

- ¿Cómo?   

- Hay un camino oculto y misterioso como ese pasadizo a los castillos de Grajal y Cea. Desde el manantial de la Peregrina.

- ¡Un camino! 

- Si, un camino…. aguardando tiempos propicios.

 - ¡Hay gente pa’tó!

-  ¿Qué es eso de caminar?  

Caminar… sí, caminar sin ir más lejos.  Vamos que no nos entraba la cosa en la cabeza en aquel tiempo. Pero algo estaba fraguando el futuro. Luego os lo cuento.

Dos, empatía

Bien, pues traigo esta anécdota del recuerdo, para deciros lo importante que es para nuestra rutina que aparezcan de improviso gentes inesperadas, desconocidas, sacudiendo el polvo de este camino más viejo que nosotros. Yo aprendí lo que era la empatía con aquellos caminantes: “si caminaban sería por algo”, “si ellos miraban con fruición los ladrillos mudéjares, sus razones tendrían”. Reconozco que me fascinaban y empezó a inquietarme la torre y su iglesia, más allá del oficio de  “monaguillo” cuando ayudaba en misa a Don Valentín o tocaba las campanas con Juan, el sacristán. 

Esa torre siempre me ha hechizado como debió hacerlo con Lorca cuando el gran poeta granadino descubrió su duende. Aunque no se sabe a ciencia cierta a qué torre se refería, solo dijo “Torre de Sahagún”. Aduendada, telúrica y mística, paciente y señera. Ahora la siento como un hito, aguja de cactus breve en el caminar, en el fluir de tantas almas; un manantial  de sueños. Para mí lo es por nacer a sus pies y para los caminantes por sus misteriosos ojos. 

“De la ciudad moruna / tras las murallas viejas / yo contemplo la tarde misteriosa / a solas con mi sombra/ y con mi pena”.   

La mirada de los peregrinos me enseñó a mirar y mirando se ve, queridos paisanos. San Lorenzo totémico, emocionante surtidor de sombra y sueño. Sus muchos ojos azules y negros voltearon las campanas de nuestros nacimientos  (antes se tocaba a gloria, hay que recuperar las buenas costumbres) y  las de muerte. Claro que a muerte, sin miedo. ¡Es lo que toca! En  eso no ha cambiado la cosa. Pues eso; se anuncia el inicio y final de todos los caminos que cada uno de nosotros somos a golpe de campana. ¿Cómo no vamos a entender lo que significa caminar? Tendríamos que estar ciegos si viendo mirar no vemos. 

Caminante, son tus huellas / el camino y nada más / Caminante no hay camino, / se hace camino al andar./ Al andar se hace camino / y al volver la vista atrás / se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar. / Caminante no hay camino / sino estelas en la mar.       

Tres, el albergue

Los caminantes vienen tranquilos en su silencio, cansados, agotados. ¡Quién sabe si perdidos!  Y se encuentran con Sahagún desde las lomas de los barriales. Asoman las torres rojas de San Tirso, San Lorenzo, La Peregrina en un alto, San Juan en la escalera, la torre del reloj y ésta que hoy nos alberga. Aquí llegan los caminantes en busca de  estelas en la mar. Sellan si quieren sellar y pasan si quieren pasar. Otra vez Lorca me viene “¿Quién recoge tu semilla de llamarada en la nieve? El fruto codiciado… ¿Qué buscas caminante? ¿Quizá los mundos sutiles ingrávidos y  gentiles?  ¿Qué buscamos Antonio Machado? ¿Buscamos a Dios por los caminos?

Esta torre, Trinidad, que bautizó a mi madre y a tantos facundinos, es hoy, es ahora, en el ahora de ahora sin ir más lejos, un albergue. Un albergue, “Platero. ¡Qué palabra tan honda, tan verdinegra, tan fresca! Parece que es la palabra la que taladra, girando, la tierra oscura, hasta llegar al agua fría.” Juan Ramón Jiménez cantó al pozo en un día de sed. Sirva para “al-ber-gue”: reposo, trago de agua fresca, aliento para el caminante que ha de seguir por veredas y roquedales.

“!Buen camino!”, dice mi padre a voz en grito cuando los ve por el Puente Canto, o en la Virgen del Puente, cuando hacen el receso para mirarse en la corriente, o en los arcos rotos que sustentan la torre del reloj al lado  del Arco de San Benito, que corona la carretera. Por qué él cree que están perdidos les señala con el dedo el camino bueno. “Por allí peregrinos”. ¿Cómo no van a estar perdidos, padre, si caminan? ¡Nunca se pierde un perdido! Os lo he oído en casa muchas veces en casa. Pero vale la intención y  agradecen en mil lenguas cualquier ayuda.

Arcos por donde pasaron el amor y la vida de otros tiempos casi olvidados, arcos por donde pasa el agua, que trazaron rutas en ríos comunes. “Por el arco de Elvira quiero verte pasar, para saber tu nombre y ponerme a llorar”. Lorca viene sieeeempre a mi rescate.

Es magia el cariño que despiertan los caminantes. Tan solos, tan desprovistos, tan sufridos, tan silentes,  tan sedientos; quien sabe si tan perdidos. “Caminante, son tus huellas el camino y nada más, caminante, no hay camino, se hace camino al andar”.

Cuatro, anfitriones

¡Ay,  paisanos! Por Sahagún se dobla el mapa en dos mitades que van desde Roncesvalles  hasta Finisterre. Tendremos que hacer un esfuerzo aún mayor, si cabe, por ser anfitriones generosos, perennes, anfitriones inveterados, agradecidos… Porque no hay que olvidar, que en su génesis, Sahagún, y por ende su comarca, su deliciosa comarca..... Aquí tengo que hacer un alto en el camino. No puedo resistir la tentación de recorrer todos los veranos en bicicleta para ver sus montones de trigo, desde la Requejada hasta Arenillas, Galleguillos, Codornillos, Villamol, Bercianos del Real Camino, San Martin de la Cueza, Joara, tantos nombres que podrían servir para contar una historia de García Márquez.  Se formó, digo, con gentes de todos los caminos. Comerciantes y santos,  bandoleros y honrados pexeros, mercaderes corteses e ricos burgueses,  xentes de bien e de mal, todos ellos, ¡quién sabe si perdidos! De modo que, si lo llevamos en la sangre, ayudemos a los que como ellos fuimos y hoy como ellos seremos.  

Sentir, como una dicha, albergar a gentes de todos los lugares del mundo, de todos los idiomas y de todas las culturas, porque aquí, en este camino “milagroso”, los idiomas y las culturas no son diferencia ni frontera. No es solo un recorrido religioso, es también, es además, una experiencia iniciática. ¡Quién sabe si tan perdidos como nosotros! Golpe a golpe, verso a verso. Esta es la dicha. 

 “Cuando el jilguero no puede cantar / cuando el poeta es un peregrino / Cuando de nada nos sirve rezar / Caminante no hay camino / se hace camino al andar”.                                          

Cinco, volver

Decía antes que algo tramaba el futuro, pues a eso voy.  Muchos de los hijos de este pueblo hemos caminado por caminos de otros pagos. Y en todos hemos encontrado un hogar donde vivir y laborar. Esta España deshabitada y hoy olvidada, tiene que luchar por resucitarse, por salir de ese olvido, encontrar su tiempo propicio y, como las grullas estacionarias, los hijos del baby boom volveremos al recogimiento de nuestros viejos nidos y nuestros recuerdos. Encontraremos un pueblo mantenido por los que se quedaron; a los que digo en letras grandes “gracias”, aunque hoy no estén aquí, Sahagún es un pueblo de acción más que de discursos. 

Viajamos siempre y “salimos de los muros de la patria mía”, de los seres queridos, del entorno que nos protege, del estado de confort. Y tiene eso de bueno, que encuentras visiones increíbles que calman el desvalimiento y la morriña. Viajar tiene ese vértigo. Descubrir, iniciar  rutas, ver gentes y oír sonidos de otras culturas. Cuando llegas a un lugar y te ofrecen un simple vaso de agua, un cobijo bajo la lluvia o una mínima y eterna sonrisa afable sientes la fuerza de la vida expandirse en tu pecho y te alegras de haber nacido. 

Yo he estado en lugares de paz y algunas veces, pocas, en guerra y siempre me han dado cobijo en su casa y en su jaima hasta los más pobres viejos peones. Entonces te das cuenta de que lo esencial no tiene dueño. De esta forma os animo a preservar nuestro camino, que es el suyo y a verlos como un milagro que nos visita. 

Así pues, generosos con los de fuera, pacientes y constantes como el camino que supo esperar su tiempo propicio, nosotros haremos obligaxion de anfitriones con el mismo tesón, en el cada día, empezando por los pequeños detalles.  “Dar agua al sediento”. Aquí me viene el monaguillo.

Seis, despedida

Cierro, sahaguneros, cierro con Machado como empecé, que lo explica mejor que yo y más bueno: pues es dos veces breve. Que no quiero yo hacer un sermón. Y nos vemos en la cantina.

“La mala gente que camina va apestando la tierra, pedantones al paño que miran, callan y piensan que saben, porque no beben el vino de las tabernas. Pero “en todas partes he visto gentes que danzan y juegan, cuando pueden, y laboran sus cuatro palmos de tierra. Nunca si llegan a un sitio, preguntan a dónde llegan. Cuando caminan cabalgan a lomos de mula vieja, y no conocen la prisa ni aún en los días de fiesta. Donde hay vino, beben vino, donde no hay vino agua fresca. Son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan, y en un día como tantos, descansan bajo la tierra”. 

O sea caminantes, o sea peregrinos, o sea facundinos… ¿Quién sabe si tan perdidos? Y con el mismo polvo bajo las ruedas.

Carmelo Gómez (2020)

Óscar Castañeda Robles (Sahagún 1955), hijo de Óscar y Pilar, ha dedicado toda su vida al deporte de la canasta y desde 1992 venía dirigiendo los designios de la Asociación Castellano y Leonesa de entrenadores.

Entrenador Superior, fue cofundador del Maristas CB Valladolid en 1977, ejerció como director técnico federativo durante cuatro años (1984-1988) en una etapa en la que aún no existían las Federaciones autonómicas, entró a formar parte de la junta directiva del FBCyL en 1990, y posteriormente fue director de cantera del CB Valladolid entre los años 1993 y 97. Además, durante tres mandatos (2004-2016) ha sido miembro de la Comisión Delegada de la Federación Española de Baloncesto por el estamento de entrenadores.

En 2020 es nombrado presidente de la Federación de Castilla y León de Baloncesto (FBCyL)

SEMANA SANTA DE SAHAGÚN 2022. PROGRAMA DE ACTOS

 

02 de Abril ( Sábado)

20,00 h. Pregón de Semana Santa a cargo de D. Joaquín García Nistal, doctor de Historia de Arte por la Universidad de León.

A continuación, concierto de la Banda Sinfónica de Sahagún. En el Auditorio “Carmelo Gómez”.

 

03 de Abril (Domingo Tortillero)

17,00 h. Subasta de los Pasos en la Capilla de Jesús Nazareno.

19,00 h. XV Certamen Nacional de Música Procesional en el Auditorio “Carmelo Gómez”

Bandas intervinientes: Agrupación Musical “VIRGEN DE CELADA” de La Robla (León), Banda de CCyTT “SANTÍSIMO CRISTO DESPOJADO”, de Valladolid, Agrupación Musical NTRA. SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS Y SOLEDAD, de La Bañeza (León) y Banda Naval de CCyTT de Viveiro (Lugo).

 

10 de Abril (Domingo de Ramos)

09,00 h. Santa Misa en las MM. Benedictinas

12,30 h. Bendición de los Ramos en la Iglesia de San Lorenzo

Seguidamente, Procesión de las Palmas.

Paso: Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén “La Borriquilla”

A continuación celebración de la Santa Misa en la Iglesia de San Lorenzo.

Colabora: Banda Sinfónica de Sahagún.

 

13 de Abril (Miércoles Santo)

20,00 h. Santa Misa en las MM. Benedictinas.

Solemne acto del Besapiés a Nuestro Padre Jesús Nazareno (Reverencia)

(Manuel Galiano Delgado s. XX)

20,30 h. Vía Crucis Procesional desde las MM. Benedictinas por el Casco antiguo de Sahagún terminando en la Iglesia de San Lorenzo.

 

14 de Abril (Jueves Santo)

18,30 h. Misa Vespertina en las MM. Benedictinas

19,00 h. Misa de la Cena del Señor en la Iglesia de San Lorenzo. A continuación Procesión de la Oración en el Huerto. Imágenes:

La Oración en el Huerto. Escuela Castellana. S. XVII

Ecce Homo. Escultura anónima policromada s. XVI

Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas. Escuela sevillana, s. XX de Manuel Galiano Delgado.

Virgen de las Amarguras. Escuela sevillana s.XX, de Manuel Galiano Delgado.

Virgen de la Soledad. Escuela castellana, s. XVII

En la Plaza Mayor interpretación de la marcha “Virgen de las Amarguras” y “Jesús Nazareno de Sahagún” por la Banda Sinfónica de Sahagún.

Al término de la procesión, en la plaza de San Lorenzo, Acto de Despedida del Hijo a su Madre.

Al finalizar Ronda por los monumentos de las Iglesias, terminando en la Capilla de Jesús Nazareno. Los Hermanos de Jesús, con velas encendidas, esperan a la comitiva: autoridades eclesiásticas y civiles, para rezar ante Jesús Nazareno. Al terminar este acto los Mayordomos de la Cofradía ofrecen una degustación de aceitunas negras, puerros de Sahagún, escabeche e higos pasos aliñados con aceite y pimentón, regado con la tradicional limonada. Este plato es típico de la Semana Santa de Sahagún.

22,00 h. Hora Santa ante el Monumento de la Iglesia de las MM. Benedictinas.

00,00 h. Toque de campanas y sonar de la Trompa (Hora Nona), relevo de Cofradías (desde la torre de San Lorenzo)

 

15 de Abril (Viernes Santo)

09,30 h. Meditación de la Pasión en la Iglesia de las MM.Benedictinas.

10,00 h. En la capilla de Jesús, “La Isa”. A continuación Procesión de Los Pasos. Imágenes, todas ellas, de la escuela castellana del s.XVII:

Nuestro Padre Jesús Nazareno, Titular de la Cofradía.

Jesús en el Gólgota (vulgo “Majito Barreno”).

Las Tres Marías con San Juan.

La Crucifixión (vulgo “Caballo de Longinos”).

El Descendimiento.

Al finalizar la procesión, en la plaza de San Lorenzo, reparto de “El Pan de Jesús”

Colaboran: Agrupación Musical “VIRGEN DE CELADA” de La Robla (León) y Banda de Música de Cistierna.

18,30 h. Pasión de Nuestro Señor en las MM.Benedictinas.

19,00 h. Oficios religiosos en la Iglesia de San Lorenzo. Adoración de la Cruz y acto de "El“Desenclavo” con el Cristo articulado de la escuela castellana del s.XVII. Procesión del Santo Entierro con los siguientes pasos:

Santo Cristo de los Entierros. Escuela castellana s.XVII.

Santo Sepulcro. Obra barroca de finales de s.XVII

Virgen de la Soledad de la escuela castellana, s.XVII.

En la Plaza Mayor interpretación de las marchas “Cristo de la Urna de  Sahagún” y “Virgen de la Soledad”.

Colabora: Banda Sinfónica de Sahagún.

 

16 de Abril. (Sábado Santo)

22,00 h. Vigilia Pascual en MM. Benedictinas.

22,30 h. Vigilia Pascual en la Iglesia de San Lorenzo.

 

17 de Abril (Domingo de Resurrección)

09,00 h. Santa Misa en MM. Benedictinas

12,30 h. Santa Misa de Resurrección en la Iglesia de San Lorenzo.

A continuación Procesión de “El Encuentro”, acompañados por la Banda Sinfónica de Sahagún, con las siguientes imágenes:

Jesús Nazareno. Escuela sevillana, s.XX de Manuel Galiano Delgado.

Virgen de las Amarguras. Escuela sevillana, s.XX de Manuel Galiano Delgado.

 

08 de Mayo (Patrocinio de San José)

12,00 h. Santa Misa en honor del Patrocinio de San José (Fiesta de la Cofradía).

Entrega de Varasa los nuevos cargos de la Cofradía y entrega de Medallas a los nuevos hermanos.

A continuación Procesión con la imagen de San José con el Niño acompañados por la Banda Sinfónica de Sahagún.

 

Conoce mejor Sahagún