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Rotonda Carretera de Burgos

Rotonda en la Carretera de Burgos

Romería de San Marcos

(Declarada de Interés Turístico Provincial). El 25 de Abril, en la ermita de la Virgen del Puente, se reúnen muchas familias de la villa para degustar los típicos caracoles, la limonada y las avellanas. Manda la tradición que el Ayuntamiento de Sahagún, reparta entre los asistentes, un bollo de pan con un trozo de queso. Amenizada con dulzaineros, se baila una danza típica, llamada  La Tantáriga, que antaño se regresaba bailando hasta el pueblo

 

Rogelio Herques Ibarreta

http://www.diariodeleon.es/noticias/revista/rogelio-herques-ibarreta-escritor-y-excomulgado-fratricida-y-suicida_124119.html

 

Quién murió el último? Cuestiones acerca del proceso de un testamento. La historia de la supuesta maldad de un hermano y su terrible castigo en Montecarlo. Los testamentos de Robustiano Herques y su esposa Ana de Rivas Herques, que fueron presentados ayer por los albaceas testamentarios, Hermanos Coudert,  ante el Tribunal de Sucesiones, constituyen el acto de clausura de una tragedia representada en marzo en Montecarlo. Ambos testadores, que residieron durante mucho tiempo en esta ciudad, encontraron la muerte a manos del hermano del marido quien posteriormente se suicidó. Hace aproximadamente 12 años, Robustiano de Herques y su hermano más pequeño eran socios en un negocio de comisiones en la calle Pearl en esta ciudad, herencia de su padre. Rogelio tenía 19 años y no tenía experiencia en los negocios, se dice que cedió a Robustiano el control total de los asuntos de la empresa. La suerte cambió y llegó la ruina y, como resultado, Rogelio, cuya fortuna íntegra se basaba en los beneficios del negocio, quedó en la ruina. El golpe, que tan fuertemente sacudió al hermano más joven, no afectó seriamente a Robustiano quien, a través de otras inversiones, logró acumular una fortuna. Debido a esto, Rogelio consideró una desalmada crueldad el que su rico hermano asumiera solo la mitad de las pérdidas y cargos, aprovechándose de la juventud e inexperiencia para defender sus propios intereses.  En varias ocasiones le recordó a Robustiano que tenía la obligación moral de ayudarle, pero Robustiano hizo oídos sordos a sus ruegos. La idea de que su hermano le había tratado injustamente fue creciendo en Rogelio hasta que, según dicen los abogados del caso, le obsesionó y siguió a Robustiano de un lugar a otro, amenazando con matarlo a menos que le restituyera lo que él consideraba que era suyo. No hay distancia demasiado grande que no pueda acortar el joven en su persecución. Una vez persiguió a Robustiano y a su esposa a bordo de un vapor francés y

Mausoleo Herques en Sahagún

el primer día les sorprendió al aparecer repentinamente delante de ellos en el salón. Durante el viaje a Le Havre continuó con sus amenazas de venganza, tanto que Robustiano temía permanecer en cubierta después de  atardecer. Hace cinco años intentó disparar a su hermano sin consecuencias y fue detenido por la policía. Tras prometer que  desistiría de  sus proyectos asesinos se aseguró su liberación, pero volvió a molestar a su hermano de la forma habitual. Como había hecho en otras ocasiones anteriormente, Robustiano y su esposa dejaron secretamente Europa hace tres años esperando deshacerse de su molesto hermano. Fueron a Montecarlo y se instalaron en una magnífica villa que, en honor a su esposa, llamaron Villa Anita. Durante más de dos años vivieron allí felizmente, sin las apariciones de su malvado hermano. Ellos ya le habían olvidado cuando un día un caballero llamó y presentó al mayordomo una tarjeta con el nombre de Rogelio Herques. Fue recibido pero no se le permitió alojarse en la villa. Aunque residía en un hotel cercano, visitaba con frecuencia la casa de su hermano y a menudo cenaba allí. No hizo en principio referencia a los viejos problemas, pero pocos días antes de la terrible tragedia él volvió al viejo tema y, se cuenta, que eran frecuentes fuertes discusiones entre los hermanos. Fue durante una de esas riñas en la mesa cuando ocurrió la tragedia. Los hermanos Coudert obtuvieron una descripción de ella a través de sus agentes en París. Una criada de la familia Herques dice que, mientras esperaba en la mesa, vio cómo Rogelio sacaba dos revólveres de sus bolsillos y los deslizaba debajo del mantel. Eso la asustó tanto que se le cayó el plato de comida y corrió aterrorizada a la cocina. El dueño, desconociendo la causa de su actitud, la siguió y ella le contó todo lo que había visto.

Con la intención de tranquilizarla, le dijo que no se preocupara por lo de los revólveres ya que su hermano para volver a su hotel tenía que atravesar calles solitarias y necesitaría un arma para su protección. Entonces Robustiano volvió a la mesa y cuando estaba a punto de sentarse, la chica dijo que vio cómo Rogelio apuntaba a su hermano y oyó el disparo seguido de los lamentos de la Sra. Herques. La criada salió corriendo de la casa para avisar a los vecinos y mientras pasaba por una ventana oyó otros disparos. Cuando ella volvió con algunos vecinos, la Sra. Herques y su esposo yacían muertos en el suelo. Los Srs. Herques tenían disparos  en la frente y Rogelio un orificio de bala en cada sien. El respiraba todavía cuando los vecinos llegaron y tenía  un revólver en cada mano. Se deduce de esto que él colocó un revólver en cada sien y apretó los gatillos simultáneamente. Respecto a lo considerado por los agentes de los albaceas que visitaron Monte Carlo la fatal disputa surgió por el hecho de que Robustiano había hecho testamento a favor de su esposa, acabando así con todas las posibilidades de su hermano de recuperar sus supuestos derechos. Por el testamento de la Sra, Herques su marido es nombrado heredero universal de sus 200.00$ de los cuales ella tenía el usufructo mientras viviera. Como ambos testadores habían muerto, y en extraordinarias circunstancias, surge una cuestión de gran importancia para los herederos naturales de ambos ¿quién murió el último? El Sr. Herques estaba fuertemente endeudado y se cree que ni siquiera con las propiedades de su esposa sería suficiente para  satisfacer a los acreedores, así que los herederos de su parte no conseguirían nada ni siquiera si pudiera demostrarse que él fue el último en expirar. Los hermanos Coudert dicen que se puede demostrar positivamente que el Sr. Herques murió primero, y que la cuestión de la supervivencia puede ser fácilmente establecida. Sus herederos son su madre, Inocencia Navas de Herques y su hermana Luisa de Herques y Navas que viven en Madrid, España. Los Srs. Olcoz, Mestre y González se encargan de los intereses de los herederos de la Sra. Herques. Estos últimos son seis sobrinos y sobrinas, hijos de Ramón y Manuel de Rivas que viven en esta ciudad”.18.10.1888 – The New York Times - (Traducido del inglés por Piedad Luna Tovar)

Río Valderaduey

 

A su paso por la Virgen del Puente (VIDEO)

El Araduey ( Valderaduey ): Nace en unos cerros situados entre el este de Almanza y el oeste de San Roque del Páramo, cuyos cerros reciben el nombre de Monte de Renedo, arriba del partido de Sahagún. Baja el agua por laderas que se nutren de los ríos Montinos, Villalba y Fresno, que son de la tierra palentina, y en Renedo empieza a formalizarse el más oriental de los ríos leoneses. Discurre en curvas, angosto y estrecho; y tiene escaso arbolado en sus orillas, algo más en las proximidades de los centros urbanos. Su corriente de agua es de escasa importancia, ya que no encuentra a su paso núcleos montañosos importantes, sino tan sólo pequeñas estribaciones que sirven para señalar el pequeño valle. Estas tierras en su parte superior son de huerta, y a partir de Sahagún, sus márgenes forman una vega rica y fértil.

Casi todo el territorio pertenece a la época terciaria ( diluvial y miocena ); señala el límite norte de la famosa “ tierra de Campos , habiendo sido las orillas pobladas por los godos, por lo que recibieron el nombre de “ Campos Góticos “. El origen del nombre es céltico, “ Aratori “. Ha sido mudo testigo de la importancia histórica de las grandes batallas que en el correr de los tiempos se dieron contra los invasores de nuestra Patria. Estos llegaba de la vertiente cantábrica por las cañadas del río Camba para intentar adueñarse de la región, por los codiciados productos de estos campos “ vacceos “:

Años más tarde, cuando la invasión musulmana fue más intensa y extensa; los pueblos levantados en las orillas fueron destruidos. Famosa la lucha que se desarrolló en la antigua “ Gracca “ ( Grajal ), cuando los vecinos se levantaron contra los moros, defendiendo la independencia nacional y ayudando a los heroicos defensores de León, a los que las huestes de Almanzor tendían un estrecho cerco de fuego y hierro. Por esta llanura dirimieron discordias gallegos, leoneses y castellanos, hasta que fue nombrada León capital del Reino. Como en 1808 los generales Blake y Cuesta impidieron la llegada de los franceses a la capital.

 Así como otros ríos son ricos en fuerza motriz, en piedra y pesca, el Araduey es escaso en todo. Apenas existe la piedra; no atraviesa ninguna zona pedregal o de montaña; sus aguas son turbias, barrosas. Solo en inviernos grandes y continuas nevadas, el agua es clara y limpia. Debido a la falta de piedra y a que todo su cauce se hace a través de tierras, el lecho del río está lleno de lodo. También se debe a que en los desbordamientos arrastra la tierra de las fincas de labor, depositándolas en el fondo. Al ser éste cada vez menor, los desbordamientos se hacían frecuentes. El barro y el lodo hacen crecer juncos y zonjas, nombre este que se da a las plantas de la familia de las tifáceas, cuyo verdadero nombre es el de espadaña. Estas son muy abundantes y se aprovechan para mullidos de tejados y carruajes, sobre todo en el acarreo de la uva. En cuanto a sus productos piscícolas, se limita a los barbos y cangrejos, que se dan en gran cantidad; pero tanto se les ha castigado que se han convertido en una especie rara. También son buenas las anguilas y tencas.

Renedo, Castrillo y Velilla, (pueblos por donde pasa), es terreno montuoso; los mas alejados y perdidos, castigados por el caciquismo a que no pasara por ellos la carretera de Grajal a Guardo.

Villazanzo es la cabeza del ayuntamiento, con la ermita de la Virgen del Árbol, que tiene una talla del siglo XIII, lo mejor es su pozo artesiano con gran cantidad de agua.

La mujer del alcalde
se llama Pepa,
si tú no lo sabías,
para que lo sepas.

Villavelasco, con su “castro” circular, muy pronunciado. Un poco alejado queda San Pedro, con su hermano valle ya más ancho.

Si te quieres casar
con las chicas de aquí
tienes que ir a buscar
capital a Madrid.
Debajo de tu ventana
oí cantar una culebra,
no tiene tanto veneno
como tiene la tu lengua.

Sotillo, una pena sin gloria; y Joara, con su iglesia de antecedentes moriscos y con varias imágenes curiosas.

Joara Sotillo y Celada
los pueblos de la Requejada.

Villazán es un caserío donde hubo una ermita a la Virgen de las Nieves, y Villalebrin.

El río coge a Sahagún por los pelos, porque pasa alejado del casco urbano. En su margen derecha, a poco de pasar el viejo puente romano está la ermita de la Virgen del Puente, con doble arco de entrada, con espadaña y un interior semihexagonal y arquería ciega. El retablo es del siglo XVII, con relieves de San Juan de Sahagún, y unas tablas pintadas y semiborradas. Se venera a la Virgen pequeña y milagrera, que hizo el milagro de la concepción del gran taumaturgo San Juan. También quedan restos de un hospital de peregrinos cuidado por los monjes de San Agustín, y la cofradía que existió en el siglo XII. Del viejo puente romano sólo quedan arcos desiguales y carcomidos. La reina Zaida venía a bañarse en estos parajes y se sentaba en una piedra que todavía mantiene labrados los atributos reales. En este escenario ribereño y devocional se desarrolla la romería de la Virgen por las candelas de abril, y no es raro escuchar canciones y coplas como éstas:

Me acuerdo de ti más veces
que hojitas tiene un manzano,
que nueces tiene un nogal,
y papeles un notario.
Vengo de Santo Tirso
vengo mojado,
con la manta del burro,
vengo tapado.
La Virgen del Puente te aguarda,
dila que no voy,
que estoy mala.

El río llega a las puertas de Grajal, el pueblo más importante. Fundado por los romanos y codiciado por todos, hasta por los monjes de Sahagún que no pudieron con él. Destruido por Almanzor, reedificado por los reyes leoneses que construyeron sus palacios, donde vivieron Urraca y Raimundo de Borgoña. Se convirtió en clave feudalista, cuyos condes edificaron el castillo y el palacio, y siendo famosa su torre de cinco esquinas, y “si la pones una tiene cuatro”.

El Domingo de Lázaro
maté un pájaro,
el Domingo de Ramos,
lo eché en sal,
y el Domingo de Pascua,
para almorzar.
El andar de la madre
tiene la hija,
siempre salen los cascos
a la botija.
Quítate de esa ventana
no me seas ventanera
que la cuba de buen vino
no necesita bandera.
A la mar que te vayas,

querido Pepe,
a la mar que te vayas,
iré por verte.
Un cazador cazando
mató dos ciervos
y se llevó a su casa
los cuatro cuernos.
Y la mujer le dijo:
anda, ignorante
con los que yo te adorno
tienes bastante.

Ya va el río en busca de la salida de tierras provinciales, y encuentra a Arenillas con su ábside romano, de ladrillo, del siglo XII, como los de Sahagún y San Pedro.

Aunque soy pequeñita
como un tomillo
un galán me pretende
como un castillo.
Cuando voy a la puerta
de mi chiquilla
se me hace cuesta abajo
la cuesta arriba.
Por andar a la moda
del escarpidor
ha vendido mi padre
la tierra mejor.

De aquí al final le queda al río mucha tierra llana que atravesar, y va con sus aguas a morir al mismísimo Duero, porque el Araduey no es tributario a ningún otro.

No tiene, por otra parte, muchos afluentes; la estructura de la tierra no da para tanto. Sólo el Sequillo, que atraviesa muy poca parte de la provincia, nacido allá por los montes de Río Camba, en unos cerros entre San Martín de la Cueza y Villaceran de Cea, alimentado por el Templario. Recorre 176,5 kilómetros, si bien en la provincia son unos 35. En todo este trayecto se han hecho obras de encauzamiento, con sección trapezoidal de dos metros de base menor y una altura de lámina de agua de 2,6, con una longitud de 25,5 kilómetros desde su nacimiento, respetando las derivaciones de toma de agua para riego.

Entra en la provincia de Valladolid por extensas llanuras donde están Castroponce, Vecilla, Villavicencio y Bolaños. Se mete en la de Zamora lamiendo el Teso de Castroverde de Campos. Existe un puente de mampostería, muy estrecho; va a Villar de Fallaves, en la izquierda; pasa por Villamayor de Campos también en la izquierda y va a Quintanilla del Olmo, a un kilómetro, por la derecha y recibe un arroyo que nace en el monte de Cerecinos, después de recoger el arroyo Ahoga Burros, que pasa por Quintanilla del Monte. Cambia de dirección y entra por la carretera de Madrid, a 1,7 kilómetros de Villalpando, con buena vega que se inunda en los inviernos por estar a nivel mas bajo que el río. Por la derecha recibe varios torrentes; pasa por el caserío de Rehollar y deja a dos kilómetros más abajo en la izquierda a Villardiga y pasa por el hermoso puente de la carretera de Villalpando a Zamora, y enseguida está San Martín de Valderaduey, y más adelante Cañizo, que tiene un puente de pilastras de piedra, y a 1,5 kilómetros se le une el arroyo La Reguera, por la derecha y levanta varios cerros que van perdiendo altura, hasta Palacios del Conde, al Norte de Castronuevo, en la ladera de una colina. Entre Cañizo y Castronuevo, a mitad de la distancia que los separa recibe el Sequillo, que procede de la provincia de León y Palencia en Belver de los Montes. Más abajo de Castronuevo y por la izquierda recibe a los arroyos Bustillo y Malva que pasan por Pobladura de Valderaduey. La margen baja y en valle se ensancha por Aspariegos y por los lados recibe arroyos de poca importancia y pasa junto a Benejiles y Motecillos y a un kilómetro se confunde con el Salado que se nutre de varios arroyos y del desagüe de las lagunas salitrosas situadas entre Villarrin de Campos y Villafáfila y Tapioles por el Norte. Riega las dehesas de Alcoba y Merenderes, deja a Monfarracino a 800 metros por la derecha y absorbe al arroyo Cubillos o Soto y atraviesa la carretera de Zamora-Toro por debajo del puente de Villagodio y el ferrocarril por otro puente metálico para desembocar en el Duero por el despoblado de Santa Cristina, a 3 kilómetros arriba de la capital zamorana, después de un curso de 160 kilómetros.

J.Pastrana

Río Cea

VIDEO

Río Cea a su paso por Sahagún, con el Puente Canto al fondo

Nace en la Piedra del Agua, en la sierra o puerto del Pando, en la vertiente meridional de la cordillera, dentro del término de Prioro. Se trata de un escenario denso y escabroso.

El nacimiento es por medio de numerosos manantiales en las montañas que dominan Tejerina y Caminayo, que se van reuniendo entre las Muñecas y Morgovejo. Estas principales fuentes reciben el nombre del Tejerina, y que a poco de su nacimiento en las montañas que rodean al pueblo forma una hermosa cascada conocida como del “Gorgollón”; del Cadijal, que se le une en Prioro; del Valle, que desciende de las estribaciones de Peña Labra, en Caminayo, pueblo famoso entre otras cosas por sus cuevas carentes de grandes dificultades para recorrer mas de un kilómetro entre estalactitas y estalagmitas.

El río deja a Prioro unos metros atrás; todo este terreno era del Señor marqués del Prado. Coge la dirección vertical y atraviesa el suroeste de la provincia, tomando una oblicuidad hasta la desembocadura.

Un pastor de merinas
me dio piñones;
yo le di calabazas
que son mayores.

Esta es zona de pastores y de ganaderos. Pero sobre todo es tierra religiosa, de creyentes. Sobre el pico Buscey no hace mucho se entronizó la Virgen del Rosario para que presida la vida de esta montaña, a la que la falta poco para ser santa.

Para empezar a cantar
pido a la Virgen María
que me ayude con sus gracias
que no puedo con la mía.
No te subas a la torre
que te vas a marear,
en la torre no hay mareos,
el mareo está en el mar.
Al otro lado del río
dicen que cayó mi amante;
yo no le tuve la culpa,
si cayó, que se levante.
Allá va la despedida,
y en la despedida un ramo,
con un letrero que dice
¡viva quien está bailando!
A tu puerta llegamos
niña, los mozos
a que nos des un queso
muy generoso.
A tu puerta llegamos,
¿quién coge el queso? Yo.
Quédate con Dios, niña,
quédate con Dios;
que nos has dado un queso
que vale por dos.
Quédate con Dios.

El río va cogiendo fuerza y abre un paso de montaña conocido por “las Conjas”; algo abierto por el río, con piedras de colosales dimensiones; se trata de una importante “hoz” formada por una montaña de “constitución de almendras”. No es tan largo ni tan hermoso como el de Vegacervera; pero también es maravilloso.

Deja atrás la “hoz”, y el río se va acercando al balneario de Morgovejo, de aguas termales, para la piel. Enseguida está el pueblo, donde se le une el Caminayo. Morgovejo tiene origen romano porque aquí acampó un destacamento que mandaba Marco Velio; también es famoso por ser patria de San Juan de Prado, misionero y mártir.

En Morgovejo, señores,
no brillan los naranjales;
brillan los buenos talentos,
los santos y las aguas minerales.

También le dio fama su preceptoría, donde empezaron muchos a despertar la inteligencia y la posterior dedicación a enseñar.

En Villacorta, los ramos;
en Valderrueda, las hojas,
en la Sota, los rosales,
y en Morgovejo, las rosas.

Vienen después dos poblados; La Sota, primero, y después Soto, con el apellido de Valderrueda. Toda esta tierra es germen de curas, de frailes y de monjas; sigue siendo la montaña santa.

Al límite de la tierra riañesa y a la entrada de la sahagunera se halla Puente Almuey, que es un enigma municipal y espeso. Lo componen tres barrios, y cada uno de ellos pertenece a distinto ayuntamiento: a Renedo, a Valderrueda y a la Vega de Almanza. Para “arreglar” los asuntos municipales se reúnen cada alcalde en redor de una piedra triangular, con huecos para fijar la jarra de vino, sin salirse de la jurisdicción.

Aquí se une al Cea el Muñecas, que baja de las cercanías de la Virgen de la Velilla; y también el Guzpeña, que nace por las tierras de Prado. Buena zona minera de antracita.

Sigue el río su curso hacia abajo, y llega a Carrizal, donde se le une el arroyo, y el valle se abre. Por las faldas de la sierra, una moza como un sol, va buscando día y noche su perdido corazón.

A mi me llaman loco,
el loco de Carrizal,
todos comen trabajando,
yo como sin trabajar.
¡Magnífica filosofía, caray!

Villamorisca más abajo, con artesiano de agua envidiable. Y Quintanilla, lugarejo que cuenta con una interesante iglesia de transición al gótico. En Villacorta se resiste una casa con escudos, y al lado tiene una leyenda que escalofría su lectura: “En la casa donde mora el varón que mucho jura, nunca le falta desventura”. El escudo está compuesto de dos leones rampantes, un castillo y un águila.

A la Vega de Almanza llega ya el río, y puede contemplar su románica iglesia. Cabrera venera una tosca imagen del Rosario que es popular. Cebanico se encuentra en la margen derecha, pasando el río entre dos carreteras. Cebanico es también de origen romano, de “cibus” (comida), debido a que hubo un depósito de víveres para los soldados que defendían los “castros”.

Más abajo ya está Espinosa de Almanza, en la vertiente de las dos Calaveras, la de Arriba y la de Abajo. Se cuenta que un viejo quisquilloso y molesto, de jeringativo espíritu, decía: “ si me muero en Calaveras de Arriba, me enterráis en Calaveras de Abajo; y si me muero en Calaveras de Abajo, lo hacéis en Calaveras de Arriba”. Y cuando le preguntaban el por que armaba este lío de enterramientos, agregaba: por “amolar”, hijos; por “amolar”.

Y de Calaveras de Arriba baja el arroyo Reales, que se le entrega por Mondreganes, famoso pueblecito, feudo de los marqueses de Alcañices, y que ostenta en su iglesia una crucería gótica igual que la de Grajal de Campos.

Almanza ya esta a la vista, con su mirador, con su viejo recinto medieval amurallado, en el que quedan todavía cubos y arcos en diversos estados de conservación. Era un “burgo” pequeño que ahora alcanza un buen desarrollo.

Pasado el pueblo recoge el Cea al río Camba, por su izquierda. Del otro lado está Castromudarra, en las cercanías de un estratégico “castro” que el río lame por su base.

 Villaverde de Arcayos, pueblo romero, con su ermita a la Virgen de la Yecla, donde se reúnen las gentes de una extensa comarca.

El río Cea abandona su zona truchera, aunque después se pesquen algunas que buscan mayor libertad, y ese es su peligro.

Arcayos, Villamartin de Don Sancho, Villaselan, Castroañe, Santa María del Río, Villaceran son pueblos más o menos próximos del Cea, antes de llegar a Saelices del Río, pueblo famoso por la leyenda de su “torre de Barriales”.


Viva Saelices del Río,
y su iglesia tan famosa,
y la Torre de Barriales
,
que en la comarca no hay otra.

Saelices toma su nombre de su antiguo patrono, San Félix, y de aquí arranca su leyenda, desde el año 1.180, en que dicen que ocurrió la destrucción del poblado por las hormigas, como un castigo divino.

Próximo a Cea se halla Bustillo de Cea, que celebra su fiesta de Santa Eufemia por las calendas de septiembre.

Y ya se vislumbra Cea, con su antiguo castillo dominando al río y al casco urbano; famoso e importante cuando los tremendos ataques de Almanzor, y luego con toda su historia dramática y antigua jurisdicción que la hizo importante en la Edad Media.

La sobrina del alcalde
es una chica muy fina;
está hablando a todas horas
con un mozo en cada esquina.
Con la vara que mides
serás también medido,
y no te quejes
que tú lo has querido.
El buey suelto
bien se lame,
y no hace caso
aunque el amo le llame.

Tiene fama la fiesta de “las Úrsulas”.

El Cea llega a Trianos, donde estuvo el célebre monasterio del siglo XII, del que se conserva afortunadamente algunos restos arquitectónicos, y el cantar que corre de boca en boca:

Peceñil y Codornillos,
Villamol y Castellanos,
tienen los trigos (hijos) a medias
con los frailes de Trianos.

Siguen las aguas hacia el Sur, y pasa cerca de Villamol, de Villapeceñil y de Codornillos, a donde llegaba el coto o “Villa de Zacarías”, con su ejecutoria santiaguista; paso de la calzada romana y lugar de descanso de los romeros.

Sahagún con la historia de su monasterio de benedictinos de universal renombre, y en donde estuvo algún tiempo la corte de Alfonso VI después de haberle cedido la corona su hermano, al que castigó.

Aguas arriba fueron martirizados Facundo y Primitivo, las aguas arrastran sus cadáveres y fueron encontrados por caballeros borgoñones, dando nombre al lugar.

El río se duerme calmoso para ver las viejas torres, y oler al perfume universal de su universidad, protegida por los reyes donde los “abades mandaban más que reyes”.

Viva Sahagún porque tiene
la Peregrina en su trono,
y el Niño en su camarín
con su cadenita de oro.

Coplas de romería y de ronda:

Vas al molino, niña
a robar los corazones;
no me robes el mío
que está en prisiones.

Pero también vienen las burlescas, de la “tantáriga”, o de “Pastor-Bono”, ¡que más da!:

Ha reñido la tía Modesta
con el hijo de la Pascuala
porque los dos querían la cresta
del gallo, que es colorada.
La hija de la Bibiana
esta pirriada por Nino,
pero éste que es un vaina
está pirriado por el vino.
¡Para que seguir!

Aguas abajo, San Pedro de las Dueñas, con su monasterio del S. XII, interesantísimo y bien restaurado.

Lunes, letanía;
martes, letanía;
miércoles, letanía;
jueves la Ascensión;
viernes a la escuela;
sábado al rincón,
domingo, la Santa Espina,
¡que bien trabajo yo!.

Así cantaban los de Grajal por la fiesta de la Santa Espina, la fiesta solemne, donde los hombres salían con capas y las mujeres con pañuelos, y las mozas con corpiños y dengues. Por las lomas donde están las bodegas se escucha el eco de la mocedad de principios de siglo. Que el día de San Antón, armaba la marimorena con una batalla campal con lanzamiento de piedras y todo proyectil que se ponía a mano. Los mozos iban cubiertos con los gorros militares de los soldados de la guerra colonial. ¡Y que bien les votaban algunos!.

Galleguillos, tierra de nacencia de Fray Luis de San José, franciscano, que antes fue pastor. Cuando se iba a “la Portería”, devoción que fomentó el frailuco, y que se celebra el primer domingo de septiembre, se cantaba:

Ay, pueblin,
ramo de flores,
lo que te gusta
son los labradores.
A tu puerta estamos cuatro,
cuatrocientos en cuadrilla,
si quieres conversación
saca cuatrocientas sillas.

El río sale de la provincia, como un Guadiana cualquiera, para volver y despedirse definitivamente, pero antes se escucha:

A la suegra gordinflona,
que tiene un genio de fiera,
por molesta y por gruñona
se la mete en la perrera.
La mujer es ciega
y el hombre no ve,
vaya un matrimonio
que vamos a hacer.

El río pasa por tierras vallisoletanas de los Melgares, de Mayorga y se acerca a Gordoncillo, antigua jurisdicción cedida por Alfonso VII al monasterio de San Isidoro de León. Tierra natal de Fernando de la Bastida, defensor de la doctrina de la divina gracia. Tierra rica, tierra feraz, de buen vino. Dicen:

Si Valderas tiene,
Gordoncillo no se cae.

Y llegan las coplas, con donaires y gracia, como éstas:

Si tu madre quiere un rey,
la baraja tiene cuatro:
rey de oros, rey de copas,
rey de espadas, rey de bastos.
Dos cestos son una carga,
tres cestos, carga y media;
cuatro cestos son dos cargas,
y cinco son dos y media.

Y, por último, Valderas, la antigua “Brigetium romanum”, capital de las siete villas, ciudad de María de las Hazas que tuvo su primer castillo en el siglo X, con la heroica aptitud de los vecinos que en el año 1.387 quemaron la villa para no entregarla al duque de Lancáster. ¡Buen casco urbano, con sus puertas mudéjares, como la de las Arrejas; y sus plazas, calles históricas, y sus casonas.

Lo mejor que hay en el mundo
es el vino de Valderas,
porque dentro de una cuba,
caben muy pocas penas.
Los carros que van de Campos
a la montaña nevada,
van llenos de pan y vino,
vuelven con laurel o nada.
Dicen que a Valderas
no se le ve en el mapa
pero bebiendo vino,
nos conoce hasta el Papa.
Tres cosas tiene Valderas
que no las tiene Madrid:
las Arrejas, la Altafría
y el majuelo de Don Pedrín.

Y después de escuchar estas buenas cosas, el Cea se va definitivamente, con pena, para, atravesando Valladolid y Zamora, desembocar en el término de Castrogonzalo, en el sitio de “la Carrancha”, donde se une al Esla, un poco antes de empezar el embalse, y tras un recorrido total de 174,861 kilómetros, de los que corresponden a la provincia unos 81.

Entre los afluentes, muchos y de poco cauce e importancia, que recibe, se encuentran: el Arcayos, que nace en los límites de Palencia; el Camba, que también viene de aquellas tierras; el Perezuela, que surge de las tierras de Castellanos y cruza las de Villamol y Codornillos; el Rebedul, el Puente, el Sedano, el Utielgo, el Valdefresno, el Valdencinar, el Valdelarcos, el Valle.

Hasta ahora no se ha sacado rendimiento hidráulico al río, salvo algún molino o pie de presa, y los regadíos particulares. Existe un proyecto de embalse para 85 millones de metros cúbicos para regar 9.100 hectáreas. Este proyecto, que data de antes de 1.931 se situaba en las Conjas de Prioro; mas tarde se pensó en Almanza; la longitud de la presa sería de 5,800 kilómetros, con una altura de 30 metros, teniendo en su superficie de embalse 785 hectáreas, anegando Canalejas, Mondreganes y Cabrera.

Su recorrido presenta dos zonas diferenciadas: un curso alto de montaña con una red fluvial densa y ramificada, y un curso medio-bajo, donde el aporte de agua no está garantizado, acusando el cauce principal las sequías estivales. Este estiaje se ha solventado algo por el trasvase del Esla, con la construcción del embalse de Riaño

J. Pastrana

Conoce mejor Sahagún