Emigrantes y exiliados

Detalles

Visitas: 4246

El flujo migratorio a las colonias no se detuvo en el siglo XVI y nuestros paisanos continuaron embarcando en los puertos de Vigo y Gijón para buscar nuevos horizontes. Tras la llegada de conquistadores y misioneros, muchos profesionales y artesanos se trasladaron también a las nuevas tierras, como es el caso del sastre Cristóbal Hernández, de Sahagún, que se embarca a Nueva España para satisfacer la demanda de los nuevos pobladores. En 1665 embarcan hacia Filipinas un grupo de franciscanos descalzos, entre los que está Facundo de San Juan, sacerdote natural de Sahagún.

Más ejemplos: En 1721 llega a  Tierra Firme (actual Panamá) Tomás González de Agüeros, mercader, natural de Sahagún, hijo de Blas de Agüeros y María Sánchez. José Manuel Sotillo Verde, gobernador y capitán general de Cartagena de Indias, viaja en 1729 hacia Cuba acompañado de su mujer, su hija y la criada, de nombre Catalina Fernández, nacida en Sahagún, hija de José Fernández y María Pérez. Como vemos sahaguneses y sahagunesas de toda condición se extienden por el mundo.

En 1911 emigra a Méjico Domiciano Hernández Oteruelo, nacido en 1882, empleado, natural de Arenillas de Valderaduey, soltero y que desembarcó en Veracruz. El mismo puerto recibió en 1920 a Francisco Colio García, que con catorce años no dudó en buscar mejor futuro lejos de su villa natal.

En la década de los cuarenta el destino de muchos de nuestros emigrantes fue Argentina, y más en concreto la ciudad de Rosario. Allí encontramos establecido al iniciar la década a Cayetano Mencía Rojo, de Sahagún, de profesión jornalero. La misma profesión de Ángel Tocino Cancio, otro sahagunés que se establece en Rosario en 1942. Tres años después llegó otro más, Francisco Bernardo Antolín, de profesión corredor de comercio. Finalmente se incorpora en 1947 a nuestra numerosa colonia rosarina un religioso sahagunés, Epifanio Aláez Fernández.

Méjico mantuvo un flujo constante de comarcanos, como es el caso de Secundina Martínez Carbajal (ama de casa, nacida en Sahagún en 1885 y que llega a Méjico en 1945) o Cándida Barreñada Calzadilla, natural de Sahagún, casada y domiciliada en Soto y Amio, que embarcó en el puerto de Gijón, que por cierto tenía representación consular de Méjico. Nos llama la atención la religión romanista que profesa, que no es otra que la que se somete a los dictados del Papa de Roma.

El Puerto de Veracruz también es el destino de barcos como el Nyassa, un vapor alemán requisado por Portugal y contratado por el Gobierno republicano español para evacuar a los republicanos españoles desde Casablanca (Marruecos). En ese buque llegó como exiliado a tierras mejicanas el 22 de mayo de 1942 Laureano Blanco Huerta, nacido en Sahagún, empleado, de 63 años, que se establece en Méjico D.F.

En esa travesía viajaron mil españoles que huían de la represión franquista y fueron generosamente acogidos por el Gobierno y el pueblo mejicano. Otros, como Carlos Herrero Lagartos, activo miembro de Izquierda Republicana en Sahagún, buscaron refugio en Argentina al salir de prisión.

En estos tiempos de migraciones, exilios, refugios y asilos, conviene hacer un ejercicio de memoria histórica. Sólo la URSS trasladó a miles de españoles en condiciones dignas, mientras que la “generosa” Europa, con Francia a la cabeza, “acogió” al medio millón de españoles que huían de la represión franquista en campos de concentración, en condiciones inhumanas, sin alimentos ni abrigo.  Los países latinoamericanos, sus gobiernos y cuerpos consulares (encabezados por Pablo Neruda) realizaron un gran operativo de ayuda y traslado de los refugiados españoles, dando todo tipo de ayudas y facilidades para la inserción en el país de destino. Méjico, República Dominicana, Argentina y Chile, acogieron al grueso de nuestro exilio.

(Fuente:Juan Giraldo González. 10.10.2015)

Tweet

Share