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Alfonso VI - La Voz

 

Los que sigan asiduamente mi  columna  ya deben saber que mis padres nacieron en Sahagún, un pueblo de Tierra de Campos en el SO de la provincia de León y paso obligado de los peregrinos del Camino de Santiago.

Este año se celebra el IX Centenario de la muerte del rey Alfonso VI de León y Castilla llamado el Bravo (1040-1109) y el pueblo natal de mis padres se une a esta celebración, ya que este rey estuvo muy vinculado al mismo por los hechos que ahora relataré, pero empecemos por el principio.

Fernando I de Castilla y Sancha de León tuvieron tres hijos: Sancho, Alfonso y García. El primero heredó el reino de Castilla, el segundo el de León y el tercero el de Galicia; los tres heredaron también parias que se cobraban a varios reinos de taifas musulmanes (las parias eran unos tributos que cobraban los reyes cristianos a los musulmanes).

Sancho y Alfonso tenían diferencias, ya que Sancho se consideraba el primogénito y sucesor de todos los reinos de su padre, pero se unen momentáneamente para despojar a su hermano García del reino de Galicia. La tregua se rompe con la batalla de Golpejera en el 1072, gana Alfonso pero no persigue a su hermano Sancho y éste, aconsejado por el Cid, contraataca y consigue la victoria. Alfonso es encarcelado en Burgos y escapa al taifa de Toledo, otros dicen que se refugió en el Monasterio de San Benito de Sahagún y huyó con la ayuda del abad y el conde Pedro Ansúrez.

Sólo Zamora en poder de su hermana Urraca (partidaria de Alfonso) se escapa al control de Sancho, éste la sitia con sus tropas y un noble zamorano llamado Vellido Dolfos (personaje literario más que real)) se hace pasar por traidor con la excusa de mostrarle los puntos débiles de las murallas, consigue apartarlo de su guardia y lo asesina, con su muerte Alfonso se hace con el control de los tres reinos.

Según el Romancero y el Poema del Mío Cid ante la sospecha de que Alfonso estuviera implicado en la muerte de su hermano el Cid le hace jurar en la iglesia de Santa Gadea de Burgos que es inocente y esto provoca el posterior destierro del Cid de los reinos de Alfonso. Un romance pone en boca del Cid estas palabras “Desterróme el rey Alfonso / porque allá en Santa Gadea / le tomé su juramento / con más rigor que él quisiera....” y en el principio del Poema del Mío Cid aparecen los siguientes versos cuando el Cid entra en Burgos camino del destierro: “Convidar le ien de grado mas ninguno non osava / el rey Don Alfonso tanto avie la grand saña / antes de la noche en Burgos del entro su carta / ....  que a mio Çid Ruy Diaz que nadi nol diesse posada,...). En la actualidad hay dudas sobre la veracidad del destierro, ya que Alfonso le casa con su sobrina Doña Jimena.

Del año 1072 al año 1086 se dedica a expandir su territorio, ya sea guerreando o a través de pactos. Cuando el 1085 invade el taifa de Toledo se titula “emperador de las dos religiones”. Los reyes de taifas andaluces piden ayuda a los almorávides y del 1086 al 1097 realizan cuatro desembarcos que marcan la decadencia del imperio de Alfonso. El año 1108 se encuentra en Sahagún con una herida que le impide montar a caballo y se produce la batalla de Uclés (Cuenca) contra los almorávides, los cristianos son derrotados y allí muere su hijo heredero al trono.

Alfonso muere en Toledo en 1109 y fue enterrado según su deseo en el Monasterio de San Benito de Sahagún, villa a la que tenía gran aprecio y a la que concedió fueros en el año 1085. Durante la desamortización de Mendizábal (1836) los restos del rey Alfonso y cuatro de sus seis esposas se trasladaron al vecino Monasterio de las Madres Benedictinas de la Santa Cruz, lugar en el que se encuentran en la actualidad.

Autor: Gerardo Guaza (La Voz de Castelldefels 04.2009)

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