Siete de la mañana en Sahagún, Viernes Santo, se oye tocar la trompa, que no nos deja dormir ¡para que tocarán tanto! para despertar a los jóvenes que se vayan acercando a San Lorenzo, si quieren sacar los Pasos. Ya sale el Majito Barreno va preparando La Cruz que dentro de unos instantes crucifican a Jesús. Lo llevan los carpinteros y no sabemos porqué será porque son colegas porque carpintero es lo que fue San José. Ya asoman Las Tres Marías van rodeando La Cruz para que no se acerque nadie allí a clavar a Jesús. Esas las llevan los quintos que son los mozos del año que ya no van a la mili ni hace falta tallarlos. Ahora sale El Nazareno con la túnica morada y va con La Cruz a cuestas, tambaleándose el pobre. Le llevan los hortelanos, que son los hombres de fe que al sembrar el semillero se santiguaban tres veces para que nacieran bien. Detrás va El Caballo Longinos le llevan los pescadores se oye decir, sube tú, y quita la lanza al caballero que va a picar a Jesús. Se dice pero no se hace, y queda como olvidado y el caballero que no ve le ha picado en el costado. Eso fue un boca de hiedra que dijo pica, que picas en una piedra. Ya sale El Descendimiento, que le llevan los pastores símbolos de la constancia que es lo que siempre fueron, para adorarle al nacer ellos fueron los primeros. Las banderas nos aclaran que Jesucristo murió, después de ser azotado y maltratado, hasta que vieron que había que dejarle que ya moría El Señor. Las banderas van de luto, como lo pudo aguantar, para a esos malhechores con lo mal que lo trataron, él que es tan bueno y justo les pudiera perdonar. Modesto Marcos |