El Castillo de Cea se alza sobre un montículo que domina la población de Cea, en León. Fue construido en el siglo XV sobre un castillo más antiguo destruido en el siglo XII y que había sido construido alrededor del siglo IX. Este primitivo castillo a su vez estaba construido sobre un castro. Fue utilizado como prisión de reyes navarros y condes castellanos. El rey de Leon Fernando I puso preso a su hermano García Sanchez III, rey de Navarra sobre los años 1040. Durante años presentó un aceptable estado de conservación. Sin embargo a principios del siglo xx fue utilizado como cantera para construir la nueva iglesia (inaugurada en 1909) del pueblo lo que provocó la ruina total del castillo. Actualmente solo se conservan un torreón y un arco de entrada de la muralla.​ Su propietario actual es el ayuntamiento de Cea, que permite su visita de forma gratuita. Está protegido según la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.​ Debido al estado ruinoso en el que se encontraba, en 2015 se llevaron a cabo obras para evitar su total derrumbamiento. El resultado de las obras sin duda ha evitado el total desmoronamiento del castillo. (Wikipedia).

EL CASTILLO LEONÉS DE CEA

En nada se justifica hoy el pueblo de Cea, con el calificativo de "Civitas magnifica" que le dio la crónica de Sampiro, después de su repoblación por Alfonso III de Asturias hacia el año, 875, ni por sus dos iglesias de Santa María y San Martín, esta con torre morisca, el atractivo de Cea se limita a su original castillo, uno de los más antiguos de la cuenca del Duero.

La supremacía de Cea, decayó rápidamente desde que Alfonso VI, fundara la Puebla de Sahagún, alrededor del monasterio de San Facundo, ascendiendo a la cabeza de aquella comarca.

Reinando Bermudo III en León, el castillo de Cea, como en otros en los Campos Góticos- Grajal, Monzón, Aguilar, Toro, estaban bajo la tenencia de Ansure, conde de Monzón, quien justamente con los Beni- Gómez, condes de Saldaña y Carrión, secundo la ambición de Sancho III de Navarra, le entregó sus castillos y este ocupó las tierras leonesas situadas entre los ríos Pisuerga y Cea (1029).

En el siglo XIV, Cea, con otras muchas villas y castillos figuraba en el patrimonio de los Téllez de Meneses, cuya heredera Isabel casó con el portugués D. Juan Alfonso de Alburquerque, favorito de Alfonso XI y Pedro I, y a su nombre figura el señorío de Cea en el célebre "Libro de las Behetrías" ordenado por el último rey en 1352, caído en desgracia, Cea y todos sus castillos y lugares serán sometidos por D. Pedro en 1354, año en el que muere también Alburquerque.

En 1419 Cea fue comprada por el Adelantado D. Diego Gómez de Sandoval, cuyo más célebre de sus sucesores el duque de Lerma y marqués de Denia, ministro de Felipe III será también marqués de Cea.

El castillo de Cea ocupa una columna, de escarpada pendiente sólo por sus lados norte y sur, al oeste la erosión producida por las aguas del río provocó hundimiento de una parte de la colina y sobre este cortado se sitúa precisamente el castillo.

Al castillo de Cea se le puede aplicar el vocablo hispano de torre del homenaje, es porque éste representa un concepto privativo de los primeros castillos europeos de los siglos XI y XII, que no contaban con varias torres, sino que la torre lo era todo, una mole en forma rectangular o circular, más un recinto amurallado complementario y foso.

La colina representa una meseta bastante plana de 16, 5 por 10, 5 metros, con muros de sólida mampostería y dos metros de espesor, perforados por algunas saeteras, su escasa altura, unos 15 metros, le resta monumentalidad.

En las caras mayores, este y oeste, tiene una amplia ventana semicircular, sirviendo aquella puerta para subir por una escalera de madera, pues la puerta se abre en la planta baja, muy estrecha y de arco de ladrillo.

El interior de la torre está dividido en tres plantas, la peculiaridad de esta torre está en las torrecillas salientes que presenta en sus esquinas del nordeste, sudeste y sudoeste, de 4 por 4, 7 por 4 y 4 por 4 metros, su finalidad técnica de ampliar el cuerpo de acción de las armas defensivas- flechas - venablos, es bien conocida, pues la torre rectangular era la peor dotada para la defensa antigua.

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