Puente de Cea

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Con respecto al puente, su construcción es de origen incierto y con muchas carencias en cuanto a datos de su levantamiento, podemos entender que construiría por los monjes del Monasterio de Sahagún en los siglos XI o XII.

Aunque en los aledaños del puente pudieron existir vados naturales que permitían el paso del rio o incluso carros en la época de estiaje, o incluso se levantará un puente con tableros de madera que se apoyaría en un par de pilas de madera o pilas de piedras, que pese a las continuas avenidas y daños en la estructura, era fácil y económica.

Era habitual nombrar al "Puente de Piedra" para diferenciarlo de los pasos de madera, así, aquí en Cea, como en Sahagún, se sustituye la palabra piedra por "canto", así el nombre es "Puente de Canto de Cea".

Se cree, que el "Honrado Concejo de la Mesta", en tiempos del Renacimiento, se encargarán ellos de construir el puente, dado que la Cañada Real Leonesa Oriental tenía un itinerario, hacia Guardo y Saldaña, las grandes riadas del rio Carrión, dejaban inutilizados sus puentes, por lo que los mayorales que dirigían las cañadas ganaderas optaban por seguir el curso de los ríos Cea y Valderaduey.

En este puente, actuó un consorcio de los mejores canteros de la época, los canteros de la Merindad de Trasmiera (Cantabria), Juan de Nantes, Juan de Hermosa y Leonardo de la Cajiga, trabajan en el puente, año de 1602, estos canteros actuaron en muchas edificaciones de la ciudad y provincia de León.

Las reparaciones fueron constantes, debido al empleo de piedra de la Mata de Monteagudo (Cistierna), situada a 8 leguas de Cea, siendo está una piedra poco constante. Las avenidas de 1632 y 1633 se llevaron cuatro arcos, quedando la mitad del puente, en 1637 Andrés de Zolardo se ofrecía a reparar el puente por 18000 ducados, pero la subasta se la llevó Pedro Cayón por 16200 ducados.

Hubo problemas, con los pueblos del alrededor, que acabaron en la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid, dado que Cea, solo había aportado 50000 maravedís, cuando debería contribuir, por lo menos, con la quinta parte. Felipe III nombra beneficiario del puente al Duque del Infantado (Cristóbal Gómez de Sandoval-Rojas y de la Cerda).

En este puente existían dos impuestos, Pontazgo y Castillaje, ambos por el paso del puente y sus mercancías, con una recaudación de 270 reales por pontazgo y 8 reales por castillaje.

(Fuente: Asociación Cultural Balle de Scapa)