LLUEVE EN SAHAGÚN

  • Imprimir
Gerardo Guaza González nació en Barcelona en 1961, sus padres, Vicente Guaza y Floriana González son nacidos en Sahagún, en 1968 la familia se trasladó a Castelldefels donde residen en la actualidad.
Se diplomó en Magisterio por la Universidad de Barcelona, pero su profesión es la de asesor fiscal y laboral.
Colabora desde hace veinte años en el grupo literario ALGA de su localidad, publicando poemas en la revista que editan.
También publica artículos culturales en un periódico local llamado LA VOZ.
En el año 2007 ha publicado una antología titulada "La siembra de Selene" (Colección Hipocampo de Ediciones Parnaso),
"Poemas a mi madre" y "La luz en la clépsidra", son sus dos últimos poemários.
 
 
Llueve con mansedumbre,
el cielo se oscurece como bronce
de campanas calladas.
Sólo los rayos abren brechas
de fuego en el metal.
En un soportal me cobijo
de fuertes y viejas columnas.
Miro la Trinidad al frente
imponente y maciza
(me sigue impresionando
como cuando era niño),
las gotas de lluvia provocan
un llanto sordo en sus ladrillos
que susurra misterios.
Lluvia y rayos amainan,
el camino retomo,
cruzo el puente y arribo
al modesto refugio que me ofrece
la casa añorada de mis abuelos,
brillante en mi recuerdo
como la nieve de la infancia,
mas ahora fosca y deshabitada.
 
Marzo  2009
LA TIERRA DE SAHAGÚN

La tierra de Sahagún es bella,
el trigo verdea en los campos
y su aire es puro todavía
como el temblor de un labio. 
 
El horizonte de Sahagún es llano
como una mano abierta,
como un extenso mar
que confunde mis venas. 
 
Las noches de Sahagún son claras,
sus estrellas son teas
de resina encendida
que iluminan las siembras.

La tierra de Sahagún es dulce,
como un pecho materno
que amamantará con amor
el rescoldo de mis recuerdos.

Febrero 2005

ATARDECER EN SAN LORENZO
 
El sol se oculta lento
y la llanura –trigal encendido-
se deja acariciar
por nubes de color ámbar y rosa.
La calle ya está en sombras,
solitaria y silente.
Arriba, la torre de San Lorenzo
aún recibe los brillos
últimos de la tarde.
Refulge como una joya de piedra
pulida por el paso de los siglos...
La luz erguida
ilumina mi rostro.
 
Agosto 2008