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Maqueta San Benito

 

 
La maqueta se puede ver en la iglesia de San Lorenzo. Realizada por Valentín y Jorge Mon.

Así lo describe el P. M. Fr. Romualdo Escalona ( Monje de Sahagún ): El todo viene a ser un quadro de mas de trescientos pies de largo, y poco menos de ancho, aunque imperfecto, y sin guardar la dirección de la esquadra. Está este quadro dividido en quatro quadros imperfectos también, y desiguales entre si. El mayor está al Oriente, inmediato a la Portería; pero con el defecto de no corresponder en todo alguno de sus quatro paños a otro, aunque todos son hermosos. La pared exterior, que mira al Oriente, es toda de piedra de sillería, y hace una hermosa fachada con un hermoso escudo labrado en la misma piedra, y adornada con magníficos balcones, y celosías.
Los dos paños, que están a Oriente y Norte, sirven para habitación de los Abades, y de los Oficiales del Monasterio, y sus Oficinas, y para Hospedería de las personas de distinción, que vienen freqüentemente a esta Casa. El paño que está al Mediodía de este quadro es lo que reservó en el incendio del año de 1769, que aún está sin servicio. El paño del Occidente tiene hacia el Oriente unos hermosos arcos, y por ellos la entrada a la escalera principal. Sobre dichos arcos hay un pasadizo muy hermoso con ventanas rasgadas, y balcones; y sobre este pasadizo hay una hermosa galería, que sirva para pasearse los Monges, y hacer algún exercicio en las horas en que lo permite la observancia monástica. Hacia el Poniente de este mismo paño esta la Librería común, que es muy grande, y hermosa, y muy surtida de los mejores libros.
Al Poniente del quadro de la Portería hay otro mas pequeño, que a su Mediodía tiene la Cocina de la Comunidad, y sobre ella dos altos de habitación, con algunas celdas al Norte, y otras al Mediodía en el piso del medio, y una galería al Mediodía en el piso alto. El paño de Poniente de este segundo
patio tiene celdas a Oriente, y Poniente en todos los tres pisos muy buenas, y en medio un tránsito espacioso y con buenas luces. El paño del Norte del mismo patio tiene también tres pisos, y en todos celdas muy cómodas al Mediodía; y al Norte un pasadizo, o galería con ventanas rasgadas, y balcones o rejas. Al Mediodía de este segundo patio hay otro patio muy bueno; y el paño de este, que mira al Mediodía, tiene en todos los tres altos hermosas celdas al Mediodía; y al Norte otra pasadizo, o galería como el del segundo patio. El paño que mira a Poniente tiene el los tres altos celdas a los dos lados, y en medio del pasadizo, que sigue desde el segundo patio, y en la misma forma. En el paño del Norte hay en el piso baxo un buen Refectorio, y sobre él celdas, y sobre las celdas la galería, que diximos en el segundo patio; las celdas y la galería al Mediodía. En el paño de Oriente está un Refectorio magnífico, con un artesonado de madera muy primoroso, y sobre el Refectorio un solo piso con celdas a Poniente.
Al Oriente de este tercer patio está el quarto, que es un claustro quadrilongo muy distante de la grandeza, y hermosura correspondiente a las demás obras, y piezas del Monasterio. El paño del Mediodía está contiguo a parte de la Iglesia, y al Capítulo; pero para llegar a éste se sube una escalera de once pasos. El paño del Poniente está contiguo al Refectorio grande ya dicho. El del Norte está contiguo a la bodega, que está entre el claustro, y el patio grande de la Portería, y sobre la bodega está lo que ha quedado en la antigua Cámara. El paño del Oriente está tocando parte con la Iglesia, y con la Capilla de S. Miguel, y con la que fue Capilla de S. Gerónimo, y por arriba está contiguo al Archivo, que es una de las mejores piezas del Monasterio. Sus paredes, y su piso, y techo todo es de piedra. Esta muy bien pintado por dentro: tiene dos puertas muy fuertes, la primera con tres llaves, y la segunda con dos. Tiene buenos caxones, y en ellos grande copia de escrituras muy apreciables desde el año de 994, sin que apenas falte papel o escritura de año alguno desde el dicho de 994 hasta hoy.
Desde el claustro hay dos escaleras de piedra muy buenas, la una para baxar al Refectorio, y la otra para baxar a la Iglesia. El suelo de los tres primeros patios está casi todo destinado para paneras, que son las Oficinas mas necesarias para esta Casa. Contienen en sus tres altos cerca de cien celdas, cada una con su sala, su estudio, y su alcoba
muy proporcionadas para habitación de los Religiosos, y hay algunas un poco mas extendidas, para los Abades pasados, y algún otro Monge de especiales circunstancias. Las paredes exteriores de toda la Casa, menos la facha de la Portería, son de ladrillo, y tapidas de tierra encaxonadas en ladrillo. De la esquina del Claustro, que cae entre Mediodía y Poniente, sale un pedazo de obra de ladrillo, en que están la Botica, y la Panadería del Monasterio con sus Oficinas. Y de la esquina del patio de la Portería, que está entre Oriente, y Mediodía, sale hacia el Oriente otro pedazo de obra de ladrillo, que es un hermosísimo Noviciado, que se acabó de hacer el año de 1776; y está tan bien ordenado, y dispuesto, que los Novicios tienen dentro de él quanto necesitan; y solo salen de él para asistir a los actos de Comunidad.
La Iglesia de este Monasterio, aunque no tiene la perfección, que se ve hoy en algunas mucho mas modernas, no dexa de ser muy notable atendida su antigüedad, que pica en novecientos años, y en su tiempo era una de las maravillas de nuestra España; pues, como notó el Maestro Pérez, solo se encuentra, aun entre las Catedrales, una de su antigüedad, que compita en magnificencia, que es la de Córdoba, que pasó de Mezquita a ser Iglesia, y era en aquellos tiempos el Templo de Salomón para España. Es Iglesia de tres naves: la del medio excede casi en la mitad de su altura, y mucho en lo ancho a las colaterales. Tiene de largo cien pasos comunes, y de ancho veinte y quatro. Su altura hasta el año 1766 era de noventa pies, hoy es de ochenta y dos, pues en dicho año los Maestros de Obras dixeron, que amenazaba ruina, si no se quitaba el enorme peso de la bóveda de piedra que tenía, y se le hacía mas ligera de ladrillo; y se hizo así, rebaxándola ocho pies; con esto y con las buenas pinturas, que se hicieron el ella, quedó muy hermosa. Las dos colaterales permanecen, como estaban, todas de piedra.
Las primeras paredes exteriores de nuestra Iglesia fueron de hormigón, o argamasa, como queda dicho, y estaban ya hechas en el año de 904 por lo menos. En tiempo del Rey D. Alonso el Sexto, viendo que los años, y las aguas hacían mella en ellas, y las iban demoliendo, comenzó el Abad D. Diego I, a hacerles una especie de forro de piedra de sillería por fuera, y por dentro, dexando dentro de esta piedra la antigua obra de hormigón. Pero como en este país cuestan exorbitantemente las obras de piedra, y desde el Abad D. Diego hasta este siglo se puede decir, que no se vio libre el Monasterio de grandes pleytos, duró el reparo comenzado por D. Diego antes del año de 1110 hasta cerca de 1300. El crucero de esta Iglesia es de los mayores, y mas hermosos, que se ven, aun en las Iglesias modernas; y solo él es una buena Iglesia. Dióle mucha hermosura la media naranja, que se hizo el año de 1766, baxo la dirección del Padre Pontones, célebre Arquitecto, con que se le dio mucho lucimiento.
En solo el crucero hay cinco altares con cinco buenos retablos, y entre ellos son muy primorosos el del altar mayor, en que se ve el martirio de S. Facundo y Primitivo, y el altar de N.P.S.Benito, obras del célebre Gregorio Hernández. En la nave mayor hay un coro con una primorosa sillería de nogal hecha en 1441; y al rededor de él hay siete altares con sus retablos dorados muy lindos; y a mas de estos hay otros dos con sus retablos buenos mas atrás del coro baxo. Hay un órgano en el coro baxo, y otro en el alto; ... A los pies de la Iglesia esta la puerta de la Capilla, llamada de S. Mancio, no
desde sus principios, sino después de entrado el siglo XIII. Esta esta capilla fuera de la Iglesia, aunque contigua a ella; y sobre ella está el coro alto con un sillería de nogal simplicísima, pero muy ayrosa.
La Capilla de S. Mancio es toda de piedra, muy hermosa y proporcionada, con tres naves casi iguales, que entre todas tienen como cincuenta pies de largo y treinta de ancho. Se ven en sus paredes varias columnas de piedra pequeña, y delgadas, y llenas de molduras, que indican mucha antigüedad. El coro alto, que está sobre ella, es muy posterior, y quando lo hicieron, por una notable inadvertencia hicieron una de sus paredes sobre la bóveda de la Capilla. El peso de esta pared, que es bien gruesa, fue cansando la bóveda, y con el terremoto del año de 1755 llegó esta a flaquear de modo, que para que no se arruinara el coro, fue preciso casi destruir la Capilla, pues se hizo en medio de ella debaxo de la pared del coro otra pared maestra para sostenerla, y evitar que se hundiera el coro con los Monges; y con esto quedó la Capilla de S. Mancio muy desfigurada, y sin uso alguno. El Maestro Perez se inclina, a que esta Capilla es la Iglesia Parroquial, que compró Don Alonso III, en la qual estaban entonces los cuerpos de nuestros Santos Mártires.
Entre el crucero de la Iglesia, y la Sacristía, que está al Norte de la Iglesia, hay una Capilla dedicada a Nuestra Señora de las Angustias, que fue fabricada por la devoción de la Infanta Doña Elvira, hija del Rey D. Alonso VI, como se dice en el epitafio de su sepulcro; pero era mucho mas hermosa y proporcionada hasta el siglo pasado, en que por ensanchar la Sacristía, le quitaron mas de una tercera parte de lo ancho que tenía, y así quedó mas larga, que le corresponde a la anchura presente, que exactamente llega a treinta pies. En el año de 1738 se comenzó a la parte de Oriente, dándole como ocho pies mas de ancho, que a lo demás, como una nueva Capilla de piedra, la que sube hasta un poco mas arriba de la cornisa; y hasta el día de hoy no se ha acabado, por ser tan costosas en este país las obras de piedra; y solo esta cubierta con un cielo raso, y el texado. Sirve esta Capilla para sepultura de los Monges, y hoy está muy decente con un nuevo hermoso entarimado que se le hizo pocos años ha. Hay en ella, como de prestado, dos altares: en el uno está la devotísima imagen de Nuestra Señora, y en él se canta todos loas días su Misa. En el otro altar está la santa Cruz, y el cuerpo de S. Clemente Mártir.
Al lado de esta Capilla al Norte está la Sacristía, que es un quadro muy hermoso, que tendrá quarenta y dos pies de ancho, y otro tanto de largo, y a la entrada un buen cancel para su resguardo. Tendrá sesenta pies de alta, y la cierra una hermosa bóveda bien trabajada. A los dos lados de la puerta hay unos hermosos escritorios, o alacenas, para recoger en ellas las alhajas de plata pequeñas de uso común y algunas Reliquias. En la fachada, y los paños colaterales hay un encaxonado de nogal muy vistoso, y sobre él un respaldo también de nogal muy bien trabajado, y dorado en sus molduras, que la hermosea mucho. Está bien surtida de todo género de ornamentos, así para los días comunes, como para las fiestas. Hay muy buenas alhajas de plata, y son muy singulares la custodia, en que se lleva al Santísimo en la procesión del día del Corpus, y un viril trabajado por Manuel García, Platero de Salamanca; y otras muchas hay, aunque no tan notables.
Al salir desde el crucero de la Iglesia al claustro baxo hay como una nave de Iglesia, en la que a los lados hay una especie de alacenas muy anchas, en que se cierran los frontales de los altares. Desde esta nave antes de llegar al claustro se entra en la Capilla de S. Miguel, que está contigua a la de Nuestra Señora al Poniente, y tiene también puerta al claustro baxo. Es una Capilla hermosísima, toda de piedra labrada. Es cuadrada, y cerrada con una buena bóveda de piedra. Es bien antigua, aunque parece no serlo tanto como la de San Mancio; pero no he podido rastrear quien la hizo, ni quando, ni para que. Hay en ella un altar con un retablo pequeño muy hermoso, y primorosamente dorado, dedicado a S. Miguel. Al Norte de esta Capilla hubo otra contigua a ella dedicada a S. Gerónimo, de la que dice el Maestro Pérez, que es tan hermosa, y tan antigua como la de S. Miguel. Hoy está profanada; por abaxo es un quarto de guarda, y por arriba está sobre este el célebre Archivo de ésta Casa.

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