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UNA BODA EN TIERRA DE CAMPOS

Uno de los momentos más festivos lo constituyen las bodas, que de alguna manera implicaban a todos los vecinos. No todos los enlaces eran idénticos, circunstancias familiares o las fechas de celebración hacían que tuviesen distinta relevancia.

"Cantaban los pajaritos a

la sombra de una novia

y en su lenguaje decían

viva la señora novia"

PREPARATIVOS

Unos meses antes, que era cuando el novio " "entraba en casa" comenzaban los preparativos de la boda. Los novios fijaban un día para que los padres del novio fuesen a casa de la novia para ponerse de acuerdo en todo lo relacionado con el enlace, era "el día de la pedida".

INVITACIONES

Un mes antes de la boda, las madres de los novios o algún familiar, ante la falta de alguna de ellas, iban casa por casa a invitar personalmente a familiares y amistades, siempre a los más directos cuando se trataba de la familia y a los más íntimos cuando eran amigos.

Era costumbre "dar parte de la boda" a familiares más lejanos y amistades o vecinos aunque no fueran invitados a la boda.

AMONESTACIONES

Tres eran las amonestaciones, aunque a veces solamente se hacía una, estando en función del tiempo con que se comunicaba al Sr. Cura la fecha de la boda, la reducción de éstas.

Eran leídas por el Sr. Cura al finalizar la misa de cada uno de los tres domingos anteriores a la celebración del enlace. Se hacía público el enlace por si había algún impedimento que hiciera nulo el matrimonio.

1-Amonestación, se le conocía como la de las "manos" era el día de " las mandas". Ese día los novios recibían los primeros regalos, podían ser éstos en especie: también los recibían en dinero, muebles o menaje para el hogar. Lo festivo de esta primera amonestación era el baile que los invitados preparaban en casa de la novia o en alguna panera, el baile se acompañaba con un refresco y con dulces caseros, vino y licores.

2- Amonestación era la de la " enhorabuena". Los novios y acompañantes se juntaban a comer en casa de la novia. Estos acompañantes solían ser un primo del novio y una prima de la novia, su cometido, nunca dejarles solos.

3 Amonestación- tenía nuevamente en el baile y el refresco la manifestación de alegría por el casamiento. Estas reuniones de los invitados, previas al día de la boda, se prestaban para que chicos y chicas se pusieran de acuerdo el día de la boda.

"Vivan y revivan

los señores novios vivan

y revivan y vivamos todos

Cantaban los pajarillos a

la sombra de un olmo y

en su lenguaje decían

viva el señor novio.

Cantaban los pajarillos a

la sombra de una encina y

en su lenguaje decían

Viva la señora madrina

Vivan y revivan.

Cantaban los pajarillos a

la sombra de un negrillo

y en su lenguaje decían

Vivan y revivan."

EL DÍA DE LA BODA

Ha llegado el día de la celebración. Los invitados, semanas antes han visitado al sastre y a la modista para hacerse las ropas que lucirán ese día.

Al tañer la campana de la iglesia, los invitados del novio y de la novia acudirán a las respectivas casas ataviados con sus mejores galas.

Los invitados del novio saldrán de casa de éste para dirigirse a casa de la novia acompañándole, desde ya todos juntos, partirán hacia la iglesia.

Encabeza la comitiva la novia del brazo del padrino y le sigue el novio del brazo de la madrina, a continuación van todos los invitados, al paso de la comitiva no faltan los comentarios sobre el atuendo y la vestimenta de novios, padrinos o invitados.

Al salir de la ceremonia religiosa, los recién casados, recibirán, en el pórtico de la iglesia, la " enhorabuena". Desde aquí se regresaba a casa, donde estaba preparado el refresco. Una vez recuperadas las fuerzas se salía a cantar por el pueblo, en algunas bodas se alquilaba un organillo.

EL BANQUETE

El banquete se celebraba en casa de la novia, en las bodas de nuestros abuelos esta consistía en un cocido, más tarde se impuso la paella como primer plato seguido de carne de pollo o conejo, cordero o ternera asado, siempre en cantidad suficiente para que la gente quedase harta.

Los postres eran a base de arroz con leche o leche aderezada con bizcochos. Todo ello se regaba con el vino de la casa y con licores caseros a base de aguardiente.

A veces la preparación de estas comidas de boda recaía en cocineras contratadas por las mujeres de las familias recién casadas. Nuevamente el baile ocupaba el resto de la tarde hasta la hora de la cena, la abundancia de comida hacía que con lo que sobró de la comida y algo estaba lista la cena.

Después de la cena nuevamente el baile ocupaba a los invitados, los mozos y las mozas sacaban a bailar a los novios con el fin de no dejarles que se escaparan y se fuesen a la cama.

Al día siguiente, que solía ser fiesta, se reunían los familiares directos de los recién casados para terminar de comer lo que había sobrado el día anterior.

(Fuente: Asociación Cultural Balle de Scapa.- Facebook)

 

 

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